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Mónica Borda

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Qué sucede cuando un empleado se siente amenazado dentro de una organización

Por Mónica Borda

¿Cómo hacer para que la atención juegue a nuestro favor cuando necesitamos que un equipo de trabajo pueda llevar adelante una tarea que exija concentración y colaboración entre las personas?

amenaza-organizacionalDos de los puntos fundamentales que un líder debe tener en cuenta son: no llevar la atención hacia estímulos o situaciones irrelevantes y no despertar sensación de amenaza en el contexto laboral tanto en lo referido a las relaciones con los compañeros como con los jefes.

ESTIMULOS IRRELEVANTES

SENSACION DE AMENAZA

Las funciones ejecutivas (FE) implican, habilidades vinculadas a la capacidad de organizar y planificar una tarea, gestionar prioridades, ignorar distractores, cambiar de estrategias de modo flexible, monitoreo del propio comportamiento para asegurarse que los objetivos y metas se logren.

Los avances de las ciencias biológicas aplicadas al campo del liderazgo permiten reflexionar sobre algunos criterios que un líder debe considerar poner en practica para que quienes conforman parte de la organización puedan sentirla como un espacio seguro, y no amenazante, lo que de ninguna manera significa sin complicaciones, desafíos o procesos de crecimiento.

Los periodos de estrés siempre pueden ser mejor afrontados si las personas se sienten parte de un grupo, saben que esperar de los miembros del mismo y cuentan con un principio en común: el de contribuir a la mejora continua de los individuos y la organización, formando un circulo de retroalimentación.

Un campo de investigación creciente es el de la neurociencia social, que estudia como las personas actuamos en relación con los otros. Esta disciplina muestra que los circuitos cerebrales utilizados en la experiencia social son prácticamente los mismos de los empleados para nuestra supervivencia.

Estudios realizados en la Universidad de California (UCLA) revelan que nuestros cerebros se ven altamente gratificados cuando recibimos reconocimiento social, del mismo modo que si obtenemos una recompensa monetaria. Las vías del placer se encienden si nos dicen algo gratificante sobre nuestro desempeño, y esto genera que el trabajo nos despierte el deseo de acercarnos a el, y nos compromete con nuestras tareas.

Si la empresa se encuentra neurofusionada al placer o al dolor, la motivación y el compromiso variaran según sea la (NF) neurofusion.

Pero ahora pensemos, ¿es posible que el cerebro pueda considerar a un jefe, grupo compañero o empresa como si fuera un león? Y si así ocurriera, ¿qué sucedería si no se pudiera evitar el lugar de los leones? La respuesta es sencilla: el cerebro se mantendría en estado de alerta para poder defenderse, huir o luchar si es necesario, algo muy alejado de favorecer la concentración en el trabajo.

¿Pero que hace que algunas personas sean consideradas leones y otras no?
La tendencia natural de marcar jerarquías lleva a que en la organización, en algunas circunstancias, nos encontremos con “depredadores y presas”, en lugar de ver seres humanos que comparten un espacio en donde deben cooperar para llevar adelante objetivos y resultados.

Un líder que desee ser efectivo debe aplicar en su gestión algunos recursos de gran relevancia en el ámbito empresarial, para activar de manera positiva las respuestas de recompensa y minimizar o desactivar las de amenaza.

  1. Necesidad de seguridad y certeza: la falta de certeza y seguridad alertan a la corteza cingulada anterior y se consume energía extra, lo que disminuye la memoria y perjudica el rendimiento. Propuestas desafiantes y situaciones nuevas despiertan cierto estrés y generan una ligera respuesta de alerta, lo que aumenta los niveles de adrenalina y noradrenalina necesarios para ponerse en acción. Aquí es donde el líder juega un papel relevante para que las personas sepan que se espera de ellas , que pueden esperar de sus compañeros, jefes, etc., y como ante determinadas situaciones pueden contar con sus compañeros y lideres.
  2. Sentirse parte – Los vínculos: la capacidad de tener confianza va de la mano de sentirse parte de un grupo social. Cuando una persona es nueva o no esta integrada a un equipo, el sistema de alerta cerebral se activa en ella y en los otros miembros, haciéndolos percibirse como diferentes y , por ende, como posible peligro o adversarios. Cualquier situación que nos haga sentirnos fuera de un grupo, se produce en nuestra Unidad Cuerpo Cerebro Mente un gran dolor, que funciona como una alarma instintiva indicadora de que nos ocupemos de solucionar esta circunstancia tan peligrosa para nuestra supervivencia. Esto lleva a que el sistema atencional este desviado de su función dentro de la empresa y atento a lograr ser aceptado y, en algunos casos, solo a ver como sobrellevar la situación un día mas.

Por ello, los lideres deben trabajar para que quienes integran la organización se sientan seguros sobre que se espera de ellos y de sus compañeros o jefes.

FUENTE: Asociación Educar

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